Corrían los años 80. La música psicodélica, imagen
estrafalaria, pelos lacados, pop al límite, algo de punk, otro poco de rock y
bastante de drogas. Eran años para experimentar, probar, crecer callejeramente
y de algún modo a la larga intelectualmente después de una larga dictadura.
Tiempos de cambios; Ganas de cambios, sobre todo esto último. Esto fue lo que
puso a Madrid en el mapa más Europeo definitivamente y lo que a día de hoy
sigue siendo uno de sus principales cimientos como ciudad cosmopolita.
Pero anteriormente a esto, hubo en esta ciudad algo que la
puso internacionalmente en el mapa, no solo en Europa sino en prácticamente la
totalidad del mundo. Y antes, como he dicho mucho antes. A finales de 1966 se
anuncia de forma oficiosa lo que será el famoso circuito de velocidad del
Jarama y su inauguración está prevista para 1967. Es en el mes de julio de ese
año cuando finalmente ve la luz el primer circuito de velocidad permanente de
España. A día de hoy no parece nada especial, tenemos la suerte de contar en
España con numerosos trazados de velocidad de indudable calidad y algunos “pata
negra” como son Jerez, Montmeló, Cheste y el más reciente Alcañiz, pero a estos
colosos se les suman muchos mas que si bien no pasarían las estrictas
homologaciones para los eventos “top” como son la F1 o MotoGP, rayan a gran
altura en cuanto a instalaciones y seguridad como la Torrecica en Albacete, el
circuito de Tabernas de Almería, Alcarrás en Lérida, los Arcos en Navarra y
unos cuantos mas. Pero si nos trasladamos a la época la cosa cambia. El mejor
dato para ponernos en situación para los que como yo hemos nacido a finales de
los 70 o principios de los 80 es este: el
siguiente circuito de velocidad permanente que se construyó en España
fue la friolera de veinte años después de la construcción del Jarama… En Jerez
de la Frontera.
El circuito del Jarama es un histórico de la velocidad en
España, su trazado es corto pero de una magia que solo los circuitos más
veteranos pueden presumir, no en vano su diseñador holandés John Hugenholtz fue el mismo que el del también mítico trazado japonés
de Suzuka. Creo que con esto sobran las palabras. Si acaso un dato más para
acabar de alabar las bondades de su trazado: Wayne Rayney, obsesivo con la
victoria pero no tanto con los entrenos pretemporada, elegía dos circuitos para
probar sus motos antes de que empezara el campeonato. Uno era Interlagos, en
Brasil. El otro el Jarama. Su trazado tiene de todo en corto espacio: subidas,
bajadas, curvas lentas, curvas rápidas, cambios de rasante, una recta no
excesivamente larga (900 metros) pero en la que se alcanzan velocidades altas
porque empieza en bajada y viene de una curva rápida, la del túnel, en
definitiva un trazado muy técnico y con alma, un circuito de los de antes.
Sufrió una remodelación en su parte alta para alargar el trazado hasta los 3850
metros que tiene actualmente, 3404 eran los que tuvo anteriormente, medidos al
centímetro pues la FIA solo homologaba carreras de F1 en circuitos a partir de
3400 metros. En las dos ilustraciones que siguen podéis ver los cambios que se produjeron.
Desde su
primer año el Jarama albergó la Formula 1, si bien en 1967 la prueba no sería
puntuable para el campeonato del mundo. A partir de 1968 se alternó con el
trazado urbano de Montjuic la celebración del GP de España de Formula 1 hasta
el año 1976 momento en el que pasó a hacerlo de forma anual en España hasta
1981. En su trazado han corrido figuras de la talla de Graham Hill, Emerson
Fitipaldi, Niki Lauda, James Hunt, Mario Andretti, Gilles Villeneuve, etc.
Solo dos años
después de su inauguración oficial, en 1969 el Jarama albergaría su primer GP
del campeonato del mundo de motociclismo acogiendo este evento 18 temporadas
hasta 1993 y una vez mas cinco años después en 1998 por anulación del GP de
Portugal siendo esta la última vez que vimos en la Capital estas carreras con
victoria en la categoría reina de Carlos Checa. En total son 19 GGPP con
victorias de gente como Agostini, Nieto, Spencer, Lawson, Gardner, Rainey…
También se
acogieron las pruebas del mundial de SBK en los años 1991 y 1992 siendo
testigos en el 91 del primer podio español logrado en SBK de manos del
malogrado Juan López Mella logrando una tercera plaza del cajón en la primera
de las mangas realizadas.
Ademas de
esto eventos de primer nivel, el circuito del Jarama ha sido testigo de
numerosos eventos como la Fórmula 3000, el campeonato mundial de resistencia,
el campeonato mundial de turismos, el campeonato de GT’s y un largo etc.
Pero al igual
que a la denominada movida madrileña le llegaron los años 90 con el fin de los
pelos llenos de laca, las imágenes estridentes, la desaparición de las
hombreras y un sinfín de cambios más, al Jarama le sucedió lo mismo con la
llegada del nuevo milenio. Adiós al campeonato del mundo de motos, ni que decir
del de F1 que ya no se celebraba desde hacía 20 años, lo único que a día de hoy
con repercusión un poco transcendente se mantiene es el campeonato Europeo de camiones,
espectacular, pero no muy seguido desgraciadamente. Mucha competencia y mucho
circuito con modernas instalaciones se puede pensar, y es cierto, pero no es la
única razón.
Cuando en los
60 el RACE, propietario del Jarama, dato importante ya que no es un circuito de
la comunidad de Madrid sino de inversión privada, compró los terrenos donde se
ubica el circuito, la zona estaba apartada y mucho de lo que denominamos
civilización. Pero la mitad de los terrenos que se compraron, se acondicionaron
como zona urbanizable y se vendieron. Con el paso de las décadas la ciudad
creció y estos terrenos antes tan lejanos ahora solo eran las afueras, se
contruyó una urbanización de lujo que rodea al circuito, y este empezó a ser el
principio del fin. El circuito estuvo ahí lo primero, pero la gente que tenía
su chalet de lujo en dicha urbanización empezó primero a disgustarse con el
ruido que emiten los motores en un circuito de velocidad y segundo a molestarse
demasiado, lo que dio pié a denuncias avaladas por los jueces que estiman que para
el descanso de los vecinos, no se deben sobrepasar ciertos niveles, 90decibelios
concretamente, de ruido. Contaminación acústica le gusta llamarlo a los
letrados. A día de hoy si vas a rodar con tu moto o coche al Jarama, te hacen
una prueba de sonido y si sobrepasas lo estipulado por la ley te tienes que ir.
En la zona mas alta, donde se hizo la ampliación del 90, hay que ser
especialmente cuidadoso y según que vehículo lleves te limitan a ciertas RPM
para no sobrepasar el nivel de ruido. Si subes de ahí te dan un aviso. Si
insistes en tu comportamiento te vas fuera. Es decir, tienes que rodar por
debajo de X vueltas en una determinada zona. Como si fueras a un buffet libre y
de la carne solo puedes coger 50 gramos. Solo hay 18 fechas al año sin límite
de decibelios, solución pactada tras la sentencia judicial. Dada esta
situación, el futuro del circuito no es boyante, por lo que sus dueños, el
RACE, como empresa que es no gasta dinero en sus instalaciones. El trazado está
bacheado a más no poder, no en vano como he comentado, se sigue celebrando el
campeonato Europeo de camiones, las escapatorias de algunos sitios son
demasiado escasas para lo que hoy día demandan los vehículos de dos y cuatro
ruedas.
Hace un mes
aproximadamente el RACE se ha preocupado de anunciar a bombo y platillo la
remodelación completa del Jarama. Quieren hacer un museo de la velocidad, la
entrada a las instalaciones la han puesto bonita con unos murales que evocan
carreras clásicas y han vuelto a celebrar la famosísima en Madrid copa RACE de
motociclismo, cita antes ineludible para cualquier piloto amateur. Pero cuando
uno se para a leer el plan de remodelación y después de durante años ver como
han dejado a este histórico circuito morir de inanición, empieza a sospechar.
De todos los pasos que quieren dar y que duran la friolera de 8 años, de los
últimos puntos es el reasfaltado. Amigo, si alguna vez has rodado en circuito,
sabes que si hubiera una intención real de que esto volviera a ser grande, eso
sería de lo primero. La inversión es de millones de euros lógicamente, y aunque
todo fuera cierto, no se podrían albergar los eventos de mayor nivel por el
simple motivo de que la ampliación de escapatorias, motivo insalvable para que
hoy dia la FIM de el visto bueno a que sus mejores eventos se realicen en un
circuito, ni siquiera se contempla. Unos se da cuenta leyendo sus planes que
quieren hacer una especie de espacio multiusos con el mundo del motor como tema
de fondo. Bien, bonito, ojalá hubiera existido cuando hice la comunión y me
hubieran llevado ahí. Pero el Jarama no es eso, el Jarama es historia, y da
pena primero que lo hayan dejado morir desde hace años y rabia que ahora nos
quieran vender algo difuso y extraño. Desgraciadamente da la sensación de que
este circuito para su propietario, el RACE, hace tiempo que se convirtió con
todos sus problemas en una autentica “movida”.